Las reacciones termonucleares en el interior solar sostienen las capas exteriores del Sol y aplazan durante miles de millones de años un colapso gravitatorio catastrófico. En el caso de las enanas blancas la presión de los electrones arrancados de sus núcleos sostiene la estrella. En el caso de las estrellas de neutrones la presión de los neutrones compensa la gravedad. Pero en el caso de una estrella anciana que ha sobrevivido a las explosiones de supernova y a otras impetuosidades y cuya masa es varias veces superior a la del sol, no hay fuerzas conocidas que puedan impedir el colapso.
La estrella se encoge increíblemente, gira, enrojece y desaparece. Una estrella con una masa veinte veces superior a la del Sol se encogerá hasta tener el tamaño de una gran ciudad; la aplastante gravedad llega a ser de 10.000.000.000 g, y la estrella se desliza por una fisura que ella misma ha creado en el contínuo del espacio-tiempo y desaparece de nuestro universo.
Parece increíble que algo tan enorme pueda desaparecer en un espacio tan pequeño. Aunque pensándolo bien, todo lo que nos rodea se intenta basar en lo que siempre he observado y he admirado, y se llama equilibrio. Todo exceso tiende despues hacia una escasez.
La estrella se encoge increíblemente, gira, enrojece y desaparece. Una estrella con una masa veinte veces superior a la del Sol se encogerá hasta tener el tamaño de una gran ciudad; la aplastante gravedad llega a ser de 10.000.000.000 g, y la estrella se desliza por una fisura que ella misma ha creado en el contínuo del espacio-tiempo y desaparece de nuestro universo.
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