Hay una idea extraña, atrayente, evocativa, una de las
conjeturas mas exquisitas de la ciencia o de la religión. Es una idea
totalmente indemostrada; seguramente no llegará a demostrarse nunca pero excita
enormemente. Se nos dice que existe una jeraquía infinita de universos, de modo
que si penetramos en una partícula elemental, por ejemplo un electrón de
nuestro universo, se nos revelaría como un universo totalmente cerrado. Dentro
de él, organizadas como el equivalente local de galaxias y estructuras mas pequeñas,
hay un número inmenso de otras partículas elementales mucho mas diminutas, que
a su vez son universos en el nivel siguiente, y así indefinidamente: una
regresión infinita hacia abajo, sin fin. Y lo mismo hacia arriba.
Nuestro universo familiar de galaxias y estrellas, planetas
y personas, sería una única partícula elemental en el siguiente universo
superior, el primer paso de otra regresión infinita. Esta parece ser la única
idea religiosa que supera a la del número sin fin de universo cíclico infinitamente
viejo de la cosmología hindú, sin principio ni final.
¿Como la energía, que no se crea, no se destruye, sólo se
transforma?. Entonces voy a pedir para mi próxima transformación... Queridos
Reyes Magos: la próxima vez quiero ser mas fuerte, mas alto, mas listo, mas
rápido, mas gracioso, mas simpático, pero sobre todo mas rico... y prometo ser
bueno ¿ok?.
Iluso de mí... que me creo el primer párrafo, y el segundo..
¡y el tercero!. En fin, por si acaso, espero que les llegue mi pedido.